Soy cusqueña, mamá, antropóloga y tengo 39 años. Pasé los primeros años de mi infancia en Andahuaylillas, la tierra de mis abuelos paternos, entre montañas y maizales, olor a tierra recién labrada, voces quechuas y fiestas familiares a puerta abierta. Estudié antropología para trabajar por el reconocimiento de nuestra enorme riqueza cultural y por una educación que valore todas nuestras lenguas y culturas, nuestra diversidad.
A lo largo de mi vida y del encuentro con gente que ama al Perú
fui comprendiendo que para mejorar las cosas no bastan los
esfuerzos individuales por muy valiosos que sean, que necesitamos
sumar fuerzas y experiencias, articular nuestras iniciativas en un
proyecto común, es decir, hacer política para construir un país justo, solidario y feliz.
Juntas y juntos, movilizados, organizados
y en solidaridad, podemos hacer grandes cosas, podemos recuperar el Perú. Ya hemos dejado
atrás los peores tiempos de escasez, violencia y autoritarismo. Le hemos dicho ¡basta!
a los que se creían intocables, a los que nos engañaban y nos robaban impunemente, a
los que se han llenado los bolsillos a costa de nuestros derechos. Y podemos lograr
mucho más. Podemos construir un nuevo Perú para todas y para todos, soberano sobre
su territorio y sus bienes comunes, con trabajo digno, con una economía diversa
y productiva, en armonía con la naturaleza, con derechos plenos, con igualdad
plena, orgulloso de su diversidad, donde quepan todos los colores y los amores,
con una justicia que funcione y que funcione para todos por igual, con una política
al servicio de la gente, una política desde el poder de la gente.
Sí se puede, solo hace falta
que nos encontremos, que sumemos nuestras fuerzas y experiencias. Vamos, únete
al equipo, vamos a recuperar el Perú.